El día despertó radiante, perfecto para explorar el majestuoso sitio arqueológico maya de Dzibanché, situado a más de 80 kilómetros de la bulliciosa ciudad de Chetumal. Sus orígenes se remontan al año 200 a.C.
Dzibanché, que en maya significa "Escritura sobre madera", recibe su nombre de los dinteles de madera con inscripciones calendáricas que adornan la estructura conocida como Templo VI.
Al adentrarse en la zona, cada imponente edificio parece contar su propia historia, orgulloso de haberse mantenido en pie durante más de dos milenios. Este sitio abarca aproximadamente 40 kilómetros cuadrados e incluye diversos conjuntos arquitectónicos.
Su importancia radica en que ha permitido desentrañar aspectos del sistema político maya, así como del desarrollo arquitectónico y urbano que alcanzaron.
Explora los templos de la Zona Arqueológica de Dzibanché:
El recorrido comienza con cuatro grupos principales: Tutil, Lamay, Kinichná y Dzibanché. Se inicia en el Edificio VI o Templo de los Dinteles, con un basamento ornamentado y un diseño de talud y tablero.
Luego, dirígete a la plaza Gann, donde se encuentran una serie de edificios de diversas funciones y épocas. Destaca el Edificio II o Templo de los Cormoranes, junto con las estructuras 10, 11, 12 y 14, que son residencias del periodo clásico tardío, además del Edificio XIII o Templo de los Cautivos.
A pocos pasos, encontrarás la plaza Xibalbá, que una vez fue el corazón de la ciudad.
La segunda parte del recorrido te llevará a Kinicchá, ubicado a dos kilómetros del conjunto principal. La acrópolis de esta zona cuenta con varios edificios bajos a su alrededor.
La visita a la Zona Arqueológica de Dzibanché ofrece una fascinante inmersión en la historia y la grandeza de la civilización maya. Desde sus imponentes templos hasta sus intrincadas plazas, cada rincón cuenta una historia milenaria que invita a la reflexión y el asombro.