Chihuahua, conocido como el Estado Grande, tiene una gran extensión territorial y muchos lugares interesantes para visitar. Una de las rutas más populares es la del Chepe, que va hacia las Barrancas del Cobre. Además, en la región conocida como La Meseta, se encuentra el pueblo de San Francisco Javier de Satevó, que tiene una gran historia que contar.
Satevó está rodeado por cuatro ríos: el Conchos, el San Pedro, el Santa Isabel y el río Satevó. Este pueblo se encuentra a una hora de la capital de Chihuahua y a una hora y media de Parral en coche. El clima es semiárido extremoso, lo que significa que en primavera puede ser muy caluroso con temperaturas de más de 40º C, mientras que en invierno pueden alcanzar los -10º C. Es importante que consideres estas temperaturas al planear tu visita.
El pueblo de Satevó tiene una rica historia que se remonta a 1640, cuando fue fundado como una misión jesuita por José Pascual. La misión fue destruida por los indígenas que se oponían a la evangelización, pero en 1665 fue reinstaurada con el nombre de Santiago Babonoyaba, que hoy se conoce como el Templo Santiago Apóstol. Durante la Revolución Mexicana, en 1918, Satevó fue atacado por el famoso general Francisco Villa.
Si visitas Satevó, no te pierdas el monumento a la ganadería, que se encuentra en el centro del pueblo y está representado por una escultura de una vaca. Esta pieza, conocida como Cuna de la Ganadería, fue creada por el artista plástico Miguel Valverde, y todo el hierro que se utilizó para su creación fue donado por los ganaderos de la región. Además, si eres amante de la naturaleza, podrás disfrutar del paisaje único que ofrece la región y conocer la flora y fauna que habita en la zona.
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