Justo al sur de la Ciudad de México, la Ciudad del Dios del Mar es conocida por sus chinampas y recorridos en tren por los canales, que recuerdan los días antiguos cuando Tenochtitlán era una ciudad que surgió del agua. Xochimilco es quizás el último eslabón vivo de la civilización azteca, un encuentro donde pasado y presente confluyeron para demostrar que se puede seguir escribiendo la historia sin derrocar lo legítimo e integrando lo nuevo.
Las flores y las plantas son una tradición cada vez que se visita el mercado y la marina, pues la práctica de la floricultura ha embellecido de color a las chinampas desde que los primeros pobladores se asentaron allí y sus pobladores han encontrado en ella su principal ocupación.
La presencia de flores es tan importante en Xochimilco que su nombre significa “campo de flores” en náhuatl. Otra tradición que proclama su culto es el concurso de belleza "La flor más hermosa del ejido", en el que la comunidad acepta y elige a uno de sus habitantes como digno representante de sus raíces con una danza prehispánica en honor a Xochiquetzal. , diosa de las flores y la belleza. Es hogar de cientos de especies de flora y fauna, el más famoso siendo quizás el ajolote.
Pero Xochimilco no solo ofrece un entorno natural impresionante, sino que también es un tesoro de cultura y tradiciones. Aquí, se puede disfrutar de la música y el folclore mexicano en vivo, ya que los mariachis y otros grupos musicales amenizan el ambiente con su talento y alegría. Además, los puestos de comida a lo largo de los canales ofrecen una deliciosa variedad de platillos tradicionales, como antojitos mexicanos y el famoso mole.
Xochimilco también ha sido adaptado para la pantalla grande, donde Dolores del Río captura a María Candelaria, una florista cuya historia de amor y tragedia solo puede ser capturada por Emilio "El Indio Fernández" y el director de fotografía Gabriel Figueroa. El paisaje repleto de ahuejotes y cayucos flotando sobre el lago es una imagen inspiradora, y afortunadamente aún hoy podemos verlo.
La colonia de Xochimilco se encuentra a 43 kilómetros del centro histórico de la Ciudad de México y se puede llegar en auto particular o en transporte público. Si estás listo para comenzar tu aventura en trajinera mientras escuchas a un trío de mariachis, te recomendamos visitar este destino entre febrero y noviembre para evitar los días de lluvia.
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