Hace más de dos siglos, el alférez Ildefonso Bernal descubrió que el clima del Valle de Guadalupe en la península de Baja California era propicio para la producción de vino. Sin embargo, fueron los monjes jesuitas y dominicos quienes plantaron las primeras vides.
Es uno de los destinos turísticos más populares de México debido a su floreciente industria vinícola, su hermoso paisaje y su deliciosa gastronomía. Los visitantes pueden disfrutar de catas de vino y recorridos por los viñedos, así como también deleitarse con la gastronomía local que combina mariscos frescos y platillos de la región con los vinos producidos en la zona.
Además, el Valle de Guadalupe cuenta con una rica historia y cultura que se puede explorar en lugares como el Museo Comunitario Ruso en el poblado de Francisco Zarco, que cuenta la historia de los inmigrantes rusos que iniciaron la industria vinícola en la zona. También hay hermosos paisajes naturales que se pueden disfrutar, como el Cañón de Doña Petra y la Sierra de Juárez.
Actualmente, más de 70 bodegas de diferentes tamaños producen el 90% del vino mexicano y se encuentran en los valles cercanos al Valle de Guadalupe, como San Antonio, Ojos Negros, Santo Tomás, San Vicente, La Grulla, Tanamá, Las Palmas y San Valentín. La Ruta del Vino Mexicano es un destino popular para los viajeros de todo el mundo y cuenta con bodegas boutique y emprendimientos familiares, así como grandes bodegas.
Las ciudades de Tijuana y Ensenada son los puntos de partida para recorrer esta ruta vitivinícola, donde se puede degustar vinos mexicanos y conocer la historia y tradiciones de la zona.