Zacatlán de las Manzanas siempre ha presumido la majestuosidad de la Barranca de los Jilgueros, que forma parte de la Sierra Norte de Puebla. En sus faldas, antiguamente habitaban poblaciones prehispánicas, dejándonos como testigos, monolitos y petrograbados que pueden ser admirados en un tour de senderismo.
Una de sus maravillas más buscadas es la cascada Tres Marías, la cual se forma con las aguas provenientes del río Ajajalpan en su tramo conocido como San Pedro. La cortina de agua consta de tres niveles y cada tramo recibe un nombre santo, María Dolorosa, María Guadalupe y María Magdalena, nombres que los habitantes han defendido para que la cascada no sea llamada “cola de caballo”. Su altura es de 300 metros y se puede apreciar desde el mirador de cristal que se instaló sobre la barranca.
La Barranca de los Jilgueros guarda un secreto: una tirolesa de 1,400 metros de longitud para “volar” sobre ella, como lo hacen las aves que ahí habitan. En el zócalo del pueblo se compran los boletos para esta aventura, la cual consiste en abordar un camión antiguo que te lleva hacia la tirolesa. Después de la adrenalina, haz una caminata por el antiguo camino a San Miguel Tenango, otrora recorrido por la cultura náhuatl.
En la barranca también encontrarás hospedaje en cabañas con terraza, para ver el amanecer envuelto en neblina y disfrutarlo con una taza de café.